Mi hijo, mimado y criado por una mujer soltera, siente que ha crecido como un niño. El otro día, cuando desperté a mi hijo por la mañana como siempre, tenía la polla tan hinchada que podía verla a través de mis pantalones. Por primera vez en mucho tiempo, al ver un palo de carne erecto, me di cuenta de la mujer dentro de mí de la que me había olvidado. Desde entonces, juego en secreto con mi hijo Musco… Estoy haciendo algo malo…